Here comes the sun...

noviembre 18, 2010

Besos


Era una ola polar como pocas. En realidad los inviernos suelen pasar bastante rápido, y como nunca se extrañan parece como que no estuvieran, o duraran poco. Pero seguro hubo otras olas iguales, y las misma historias repetidas iguales. Pensó que su historia era única, pero en su vida conoció miles peores, y semejantes, contaba la suya con todo despecho como si quien fuera a escucharla, imaginase en su cabeza los personajes, la felicidad pasada, el dolor, la escenografía. La miraron con ojos sin importancia, su historia era del montón. Para ella era la película que le hizo ruido durante años. Una vez hubo alguien que la escucho mirándola enserio, no sabia si tan enserio, pero la escucho.
Después tuvo una pausa. Dejo de contar la historia, ya la habían escuchado como ella quería. Ahora vivía las olas polares mirando al frió, sintiéndolo y aunque le calara los huesos fue su mejor estación.
Aunque su historia tuviera algunas ficciones agregadas, hubo un párrafo que era verdad, que paso por su cabeza un día heladisimo, en un beso. Eran besos que quemaban en contextos helados, era un sol invisible que la haba elegido para alumbrarla, pero solo ella podía verlo. Por mas que fueran segundos, las partes verdaderas de la historia eran las mejores, las ficciones aveces ganaban y soñaba con vivirlas algún día, pero las otras las tenia guardadas y sabia que podía repetirlas siempre que quisiera.
Y aunque la historia contada mil veces ya no importara, ya en el mundo no tuviera lugar, cada vez que la contara y la extrañara, podía buscar en su archivo alguna vivencia como aquellos besos de pleno invierno que todos necesitan alguna vez.-

1 comentario:

  1. "aquellos besos de pleno invierno que todos necesitan alguna vez" A veces también se necesitan en primavera...

    Hoy yo opto por que la vida me bese de otra manera, que bese desde el corazón de ella misma, desde la tierra, en cada caricia del viento, en cada gota de sol, no acepto más agua que esa. Quiero que la vida bese en cada mano que trabaja, en cada niñx que sonríe, en cada unx de nosotrxs que lucha por eso. No me arrepiento de haber elegido esta batalla, hoy me mantiene mas viva que nunca.

    Qué rápido que trasgiversé tu historia de los besos, ja.

    Te amo negra!

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