Here comes the sun...

julio 05, 2010

Abrazando al maniquí


Fue mas allá de a quién, paso por el qué, por el acto dé. Abrazar es sentir, con los brazos primero, con todo el cuerpo después. Entonces un día tuvo ganas de sentir pero no tuvo con quien.
Pasaron años (como en todos los cuentos,leyendas,historias,historietas) desde la ultima vez que los brazos de alguien a su alrededor le paralizaban la piel, como una caminata contra el viento. La piel se desparalizó y con el tiempo se machuco. Cuando esto pasa, se pasa a la instancia de metamorfosis donde solo es una lamina cobertora, carente de células sensitivas. Pero tampoco había un quien con quien la piel pudiera sentir, entonces el corazón también fue perddiendo sensibilidad. Y cada día mas.

En algún lapsus de pensamientos coherentes, se dio cuenta pero ya había comprado el maniquí( especie de cuerpo humano general mente sin cabeza y sin piernas con un cuerpo formado por tela)La ecuación era simple; la piel no sintió, ni tampoco el corazón; la suma del frió dio como resultado sensaciones que no eran sensaciones sino incoherencias que la falta de calor humano puede llegar a producir en la mente. Y a eso la suma de un simil cuerpo de tela a mano y la falta de todo lo nombrado anteriormente no pudo distinguir que estuvo una vida abrazando a un maniquí.

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